¿Qué hace a un buen diseñador de negocios?

Todos los diseñadores comparten el objetivo de resolver un problema o satisfacer una necesidad específica mediante una estrategia o un proceso de diseño. Pero, aun así, no todos los diseñadores son iguales.

Esta última afirmación no pretende en modo alguno sugerir que determinados tipos de diseñadores sean mejores que otros. Ni mucho menos. Lo que queremos decir es que todos los oficios del diseño aportan algo diferente a la mesa del proyecto, y es esa mezcla de conocimientos especializados la que aporta riqueza de sabor y originalidad a cualquier concepto de diseño.

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El diseño empresarial, aunque todavía es un oficio joven y en desarrollo dentro del mundo del diseño de productos y servicios, no es diferente. Tras pasar tiempo conociendo, charlando y escuchando a diseñadores de empresas de todos los niveles de experiencia, hemos elaborado una lista de cosas que siempre oímos cuando les preguntamos: "¿Qué se necesita para ser un buen diseñador de empresas? "¿Qué se necesita para ser un buen diseñador empresarial?".

Las hemos resumido y clasificado en cuatro mentalidades clave para hacerlas más digeribles.

Quizá dirija un estudio y esté buscando el talento adecuado. Quizá seas un jefe de diseño y estés pensando en cómo ayudar a tus diseñadores a desarrollar sus habilidades. Incluso puede que tú mismo seas un diseñador de empresa y quieras descubrir en qué podrías mejorar.

Sea cual sea su caso, esperamos que estas ideas de diseñadores empresariales reales le sirvan de guía cuando piense en cómo hacer un buen diseño empresarial.

Ser un buen comunicador

La comunicación es una parte del diseño empresarial más importante de lo que algunos creen. La comunicación como diseñador de negocios puede implicar el uso de diferentes sombreros para transmitir un mensaje importante.

En primer lugar, hay que ser un buen traductor. El trabajo de un diseñador empresarial consiste en tomar el lenguaje de los negocios, plagado de jerga y a veces abstracto, y repetirlo en un lenguaje que otros diseñadores puedan entender. Eso puede significar simplificar sistemas muy complejos o explicar cómo se aplican las mejores prácticas de otros sectores al problema actual de tu equipo.

También hay que ser un buen narrador. La capacidad de un diseñador empresarial para contar historias buenas y coherentes es lo que determina su éxito a la hora de explicar conceptos empresariales a su equipo, o eventos a clientes y usuarios. Si vas a intentar explicar el valor de un modelo o concepto empresarial específico al que intentas diseñar, tendrás que demostrar cómo funciona el modelo o, al menos, ayudar a tu audiencia a imaginárselo. Para ello es esencial una narrativa sólida y clara, y nuestro sitio webTriggers Storytelling Mazo puede ayudarte.

No sólo un buen pensador de diseño, sino un buen "hacedor"de diseño

Si preguntas a un grupo de diseñadores de empresas cuál es la diferencia entre ellos y un diseñador de servicios, muchos repetirán ciertas palabras. Palabras como "viabilidad", "tangibilidad" y "realista" han salido mucho cada vez que lo hemos intentado.

Se trata de hacer tangible lo intangible

En realidad, tienen razón. Gran parte del diseño empresarial parece consistir en asegurarse de que un concepto puede convertirse en algo real y tener un valor real (es decir, dinero) para una empresa real. Se trata de hacer tangible lo intangible.

Convertir las ideas de la investigación en conceptos reales de productos o servicios que pueda probar realmente con usuarios reales. Diseñar un modelo de negocio que genere dinero. Transformar el producto o servicio en un negocio sostenible , sostenible. Un buen diseñador de negocios es responsable de todo esto o tiene una gran influencia en ello.

Sé creativo (¡sí, creativo!)

"Un diseñador de negocios tiene que ser capaz de hacer que el negocio sea tan bonito como el diseño".

A veces, no se habla de los diseñadores comerciales de la misma manera que de otros tipos de diseñadores. Tal vez se deba a que gran parte de lo que diseñan ocurre entre bastidores si se mira desde la perspectiva del usuario (véase la siguiente sección). También podría deberse a que el diseño empresarial no tiene tanta connotación artística o creativa como otras disciplinas del diseño. Pero esta última hipótesis es un poco errónea.

Los diseñadores de negocios tienen que ser tan creativos como los demás diseñadores. Lo aprendimos cuando diseñamos nuestro Business Design Mazo. Los diseñadores empresariales tienen que ser capaces de pensar de forma creativa sobre el funcionamiento o la gestión de una empresa. Como dice Carl Fudge, jefe de proyecto en el estudio de IDEO para el cambio organizativo: "Un diseñador de empresas tiene que ser capaz de hacer que la empresa sea tan bella como el diseño".

En otras palabras, la belleza en el diseño de cualquier producto o servicio depende tanto del diseñador de la empresa como del diseño visual o de cualquier otra aportación de diseño. Recordarás que mencionamos esto al principio de este post, lo que nos enlaza muy bien con el final del mismo.

Prepárate para trabajar en equipo y ser un héroe anónimo.

Como hemos mencionado en el punto anterior, gran parte del valor del diseño empresarial está envuelto en capas ocultas bajo las capas que el usuario ve realmente. Pero no pasa nada; eso forma parte del buen diseño empresarial: hace que un concepto de diseño parezca funcionar como por arte de magia.

"Un buen diseño empresarial es invisible".

Rohini Vibha (diseñadora de negocios en IDEO) va un paso más allá en su artículo sobre cómo es un "buen diseño empresarial" en IDEOdiciendo: "El diseño empresarialrealmente bueno es invisible". Esta cita puede parecer sacada de Harry Potter, pero hay otras formas de verlo.

Gran parte del buen diseño empresarial -podría decirse que como todo buen diseño- está estrechamente relacionado con las buenas relaciones con las personas. En el diseño empresarial, esto puede ser aún más cierto. Un buen diseñador de negocios no sólo tiene que ser capaz de relacionarse bien con compañeros de equipo de otras disciplinas y procedencias, sino que también tiene que resolver un problema tanto para el cliente como para el usuario. Aunque esto suele ser el caso de otros diseñadores, no es necesariamente lo mismo.

Así, aunque el usuario final no percibe gran parte de la contribución de un diseñador comercial al concepto final, cuando un equipo de proyecto no cuenta con la aportación de un diseñador comercial, la diferencia es ciertamente notable.

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